jueves, 19 de mayo de 2011

MOTIVACION TU PUEDES HACER LA DIFERENCIA

La motivación, motor principal de los emprendedores.

Para convertirse en empresario es tan importante dominar las técnicas necesarias como los principios que rigen la cultura empresarial y emprendedora. Las primeras le ayudarán a resolver problemas; las segundas, a enfrentarlos con la actitud adecuada. 

Existen tres tipos de personas: 

Las personas fatalistas: Aquellas que creen que existe un destino escrito para cada hombre, que todo lo bueno y lo malo sucede por pura fatalidad, y que nadie puede cambiar nada por sí mismo. Son las personas resignadas, las que se dejan llevar, las que siempre están "a la espera de que ocurra algo que mejore su suerte"... que, lógicamente, nunca ocurrirá porque nunca se preocuparán de hacer que ocurra. 

Las personas asustadas: Aquellas que saben que podrían actuar para mejorar su vida, pero que no lo hacen por miedo a fracasar, por miedo a la burla de los demás o por miedo a los convencionalismos. Son las personas frustradas, las que incuban una profunda amargura en su alma conforme pasa el tiempo y descubren que, pudiendo haber llegado lejos, permanecen atrofiados en su lugar de partida. 

Las personas libres: Aquellas que ejercen la libertad de elegir los objetivos de su vida y la libertad de esforzarse por hacerlos realidad. Son las personas con fuerza de voluntad para asumir riesgos, trabajar con tenacidad y paciencia, y sobreponerse a los fracasos, las burlas y las envidias. Los emprendedores forman parte de este último grupo.

Un método muy eficaz para asimilar los principios básicos de la cultura emprendedora es mediante el análisis de los tópicos anti-empresariales más significativos y el conocimiento de soluciones para todos ellos apoyadas en consejos y experiencias de grandes empresarios. Estudiarlo será beneficioso para usted independientemente de su nivel anterior de motivación emprendedora: los alumnos anti-emprendedores aumentarán su interés hacia la posibilidad de ser empresarios, y los alumnos emprendedores reforzarán su motivación adquiriendo mayores dosis de realismo y perspectiva.



 Barreras para emprender:

Son muchos los obstáculos que se anteponen entre el ciudadano que desearía crear su propia empresa y su objetivo. A continuación se analizan brevemente algunas de las barreras más habituales.

La falta de una idea de negocio con futuro. 

"¿Dónde encuentro una oportunidad de negocio?"

Se desconocen los sistemas modernos de detección de oportunidades empresariales. Sigue siendo una cuestión "casual", "afortunada" o "relacionada con el entorno próximo del emprendedor".

 La falta de experiencia laboral (desconocimiento del sector). 

"¿Cómo voy a crear una empresa si nunca he trabajado en este sector?"

Se desconocen los sistemas asequibles y sencillos de aproximación directa y documental para estudiar un sector.

 La falta de formación. 

"¿Cómo se diseña una empresa? ¿Cuánto vale lo que yo aporto? ¿Cómo se gestiona una vez que está creada?"

La formación de emprendedores es la gran asignatura pendiente del sistema educativo de muchos países: ni los colegios, ni los institutos, ni los centros de FP, ni las universidades, ni los centros de formación ocupacional o continua están ofreciendo programas eficaces en esta línea. Las iniciativas públicas de formación de emprendedores adolecen con frecuencia de frivolidad, planteamientos burocráticos, cultura de la subvención y distanciamiento de los problemas reales que presenta la creación de empresas.


 La falta de financiación. 

"Tengo una buena idea, ¿quién me da dinero para ponerla en marcha?"

El primer problema del emprendedor es que no sabe cuánto dinero necesita (como mucho se estiman "a grosso modo" los costes de puesta en marcha olvidando los costes de mantenimiento hasta la auto-financiación), si bien es frecuente que tampoco sepa cómo calcular cuánto vale lo que él va a aportar a su proyecto.

 "No tengo carácter emprendedor". 

Persiste en muchos casos la idea de que emprendedor se nace, desconociéndose los métodos para aprender las habilidades personales, comerciales y organizativas que hacen al emprendedor.

 "Me asusta la dureza de los primeros meses del negocio". 

No se proporciona la preparación psicológica necesaria para hacer frente a las primeras etapas del negocio.

No se han sistematizado los errores más comunes de los nuevos empresarios.

No se prepara financieramente al emprendedor para hacer frente a los costes de mantenimiento de su negocio hasta que éste empiece a auto-financiarse.

Barreras específicas de determinados grupos. 

"Soy demasiado joven",

"La empresa no es un mundo para mujeres",

"¿Está loco? ¿Cómo voy a dejar mi empleo seguro para crear una empresa?",

"¿Cómo voy a crear una empresa si ni siquiera puedo encontrar trabajo?",

"No, hijo, yo ya estoy jubilado, eso se lo dejo a los jóvenes..."

No se proporcionan argumentos objetivos ni ejemplos reales para desmontar los prejuicios anteriores.

 "Es muy arriesgado". 

Se desconocen la mayoría de herramientas de preparación previa para reducir el riesgo de fracaso.

Se desconocen los sistemas de cuantificación del riesgo asumido.

 "Es muy complicado". 

Los conocimientos necesarios para la creación y gestión de una pequeña empresa pueden ser aprendidos por cualquier persona con un mínimo de interés y dedicación, si bien con frecuencia dichos conocimientos se "complican" -interesada o desinteresadamente- mediante la utilización de tecnicismos o extranjerismos que hacen muy difícil su entendimiento.

¿Carácter Emprendedor?

“Bill Gates” -es decir:

Genio de la empresa- se nace. Pero prácticamente todo el mundo puede iniciar y desarrollar un pequeño negocio con éxito. Peter Drucker, uno de los más famosos “gurús” de la teoría empresarial, señala en su libro “Innovación y Creación de Empresas” que no existe una personalidad emprendedora. Escribe: ”No es una cuestión de personalidad. En treinta años he visto crear empresas con éxito a personas con todo tipo de personalidades”. Para Drucker, las habilidades del emprendedor se pueden aprender.

Es absurdo hablar de una personalidad emprendedora; no hay más que observar las características de 10 empresarios de éxito para encontrar que cada uno tiene una personalidad distinta. El mundo de la empresa es amplísimo y no todos los sectores exigen las mismas características al emprendedor.

Arthur Rock, el inversor de capital riesgo más prestigioso de Estados Unidos –lanzó, entre otras muchas, empresas como Intel o Apple-, coincide con esta apreciación: “Hay tantos tipos de personas como tipos de emprendedores”.

No olvide, además, que el empresario se rodea de un equipo de colaboradores para que éstos le suplan en aquellas áreas en las que su habilidad es mejorable.

Es innegable ciertas características personales ayudan a que el emprendedor tenga éxito, pero la gran mayoría de ellas se pueden aprender y dominar hasta niveles muy altos.




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